Acoso Callejero


Ay ay ay. El acoso callejero. O en cualquier lugar. Aquí vamos...

Acaba de pasarme que un señor en la calle, que iba en dirección contraria, pasó a mi lado y me dijo "¡buenos días!", tan entusiasmado y sonriente. Sus cejas no subieron, eso sí, pueden imaginar su expresión facial. Algo así: }:D...
Tal vez esto no tiene nada de especial, nada de agresivo, solo un saludo aparentemente amable. Qué daño puede causar que alguien te diga "buenos días", ¿verdad? Bueno, mi reacción fue la misma que, según yo, tendría mi hermano mayor (a quien adoro e imito y admiro desde siempre) si él hubiese estado en mi lugar. Lo miré con cara de confusión/enojo y con mis palmas hacia arriba como diciendo "compadre... no te conozco, enserio qué rayos". Solo eso. Ambos seguimos nuestro camino en todo momento.

A ver, demás está decir que entiendo que no soy la única a quien le pasan estas cosas, y que esto en realidad no es nada en comparación con otras realidades. Esto es solo lo más, más, más leve dentro de todo el espectro de lo que pasa en las calles cuando uno es mujer. Ahora, ¿tengo motivos para que me moleste? ¡Por los tres chanchitos que sí! Les cuento por qué (pienso que esto aplica a ambos sexos):


  • Es incómodo que un desconocido te salude y te quede mirando por ninguna razón aparente, más si es con cara de sicópata.
  • Una vez me acerqué a un chico que hizo eso y le pregunté que por qué me saludaba si no nos conocíamos. Me dijo "es que te encuentro linda". Le pregunté si él solo saludaba a la gente linda, entonces. Se puso a la defensiva, aunque la conversación continuó civilizada, y me dijo cosas como que él solo estaba siendo sincero conmigo, etcétera... Claramente él no tenía intención de conocerme, ni nada. Se tomó la libertad y el derecho de hablarme a toda voz desde unos metros porque, según él, soy linda. Y punto. Yo tenía que aceptarlo así no más, aunque me incomodara.
  • Esto me ha pasado no una, ni dos, ni tres veces, de hecho ya perdí la cuenta. Francamente estoy chata.
Ahora, para su información, no soy precisamente una lindura. Tengo un ligero sobrepeso, estatura promedio, no ando con ropa apretada, ni escotada, ni con tacones. Dejé de maquillarme hace un año y medio. Tengo unos anteojos grandes que tapan un tercio de mi cara y hoy, además, ando con ropa de abuelita, ¡literalmente! Tengo puestos unos pantalones de tela que eran de mi abuela. Tengo el pelo con frizz. Uno podría pensar que no llamo la atención, sino todo lo contrario. Entonces, ¿por qué miércale obtengo esta atención no deseada? ¿Acaso es como para sentirse halagada? ¿Es que debería agachar el moño no más y sonreír/ignorar/hacerme la loca? Pienso que no. Pienso que si mi hermano, o cualquier hombre, estuviera en mi lugar se extrañaría, por lo menos, sobre todo si fuera tan introvertido como yo. Pienso que incluso se enojaría y no se le pasaría por la cabeza tan solo ignorar a la desconocida con cara de sicópata, con mayor razón si esto es algo de todos los días/semanas/meses. Pero tal vez pienso mucho, no sé. Ser una mujer que piensa mucho no encaja con nuestra cultura, tal vez.

Me ha pasado, así como a muchas otras mujeres, niñas y jóvenes, que me gritan en la calle cosas que prefiero no entender, que me han sacado fotos mientras me tiran besos, sin mi consentimiento, que se quedan mirándome como que fuera una hamburguesa con papas fritas, que me desnudan con la mirada, que se aprietan contra mí a propósito en el transporte público, que tengo que pensar mil veces por dónde voy a caminar ese día antes de saber cómo vestirme, que tengo que ir por caminos alternativos más largos de lo usual por evitar cierto grupo de trabajadores, que pasan al lado mío y me hablan lascivamente mientras se van y más encima se enojan si los confronto. Muchas no tienen la misma suerte que yo y además las toquetean o peor. El que un desconocido me salude en la calle con cara de sicópata o tan solo dándoselas de galán, esperando que sonría o que no le diga nada y solo me aguante... es tan solo la gota que rebalsa el tremendo embalse. No pos. No tengo por qué aguantar, pa que sepai. Tú aguanta mi cara de desprecio o mi confrontación no verbal o a veces verbal, porque ese es el precio mínimo. No puedes esperar salirte con la tuya de tratarme como que fuera menos que un ser humano que es igual a ti, gratuitamente.

No puedo evitar acordarme, siempre que pasan estas cosas, de la película "White Chicks" o "¿Y dónde están las rubias?". Hay una escena en que *alerta de spoiler* poco después de haber tenido que transformarse en chicas, los protagonistas pasan al lado de un grupo de hombres, no recuerdo mucho en verdad, pero hay un tipo que insiste con una de las "chicas". Entonces, esta "chica" se enoja y quiere pegarle al insistente, cuando el otro que está disfrazado lo detiene. El que está enojado dice algo así como "¡es que este getón me está tratando como que fuera una mujer!", y el otro le contesta "es que eres mujer", por ende, tenía que aceptar no más lo que estaba pasando. Obviamente, para el contexto de la película, la idea principal era no levantar sospechas, pero aún así, siempre me dejó pensando. ¿Es como para enojarse el que "te traten como mujer"? ¿Será que es como que te traten como "menos"? ¿Será parecido a cuando los niños se molestan diciéndole al otro "¡es niñita!", para insultarlo?

Para finalizar, me gustaría compartir este vídeo que realizó Kamikaze Producciones, al parecer con el objetivo de crear conciencia respecto a este tema. Aunque el final no es de mi gusto, perdón. Y si la idea era hacer un paralelo con la realidad que viven las mujeres, creo que fue un error vestir decentemente y hacer que fueran bellas a todas las mujeres acosadoras, ya que no son precisamente guapos ni decentes los hombres que acosan. Bueno, ni aunque lo fueran, qué asco igual, qué humillante.

Que no se te caiga el cerebro, cariño ;)

Comentarios

Entradas populares